domingo, 3 de mayo de 2009

"Ahora sé que el aborto nunca es una solución, es solo el inicio de un problema mucho mayor"

TESTIMONIO
ELISA Y LA TRISOMÍA 18
Para empezar, siempre he sido y soy totalmente contraria al aborto, y para continuar, mi marido y yo somos una pareja con problemas de fertilidad, así que parecía inimaginable que que nosotros pasáramos por una interrupción de embarazo, sin embargo, ironías de la vida, aquí estoy contando mi triste experiencia.
En mi cuarta fecundación in vitro conseguí finalmente quedarme embarazada. La alegría que sentíamos era indescriptible, recuerdo esos primeros momentos del embarazo como la época más feliz de mi vida.
En la eco doppler de las 12 semanas se detectaron problemas, el feto era muy pequeño para la edad gestacional, se movía muy poco, tenía el pliegue nucal un poco aumentado y ductus venoso reverso (es un indicador que suele ir asociado a malformaciones cardíacas y a alteraciones cromosómicas). Me salió riesgo alto de síndrome de down, fue un golpe duro, lloramos un montón, pero lo fuimos aceptando, estábamos decididos a continuar con el embarazo y sacar adelante a nuestro hijo.
Era un dolor muy grande, pero lo podíamos asumir. Hicimos la amniocentesis para estar seguros y estar preparados para cuando naciera la criatura, pero el resultado fue algo que nunca hubiéramos imaginado, tenía trisomía 18 y nos dijeron que era incompatible con la vida.
Cuando me comunicaron el resultado yo dije que continuaría mi embarazo y mi hijo viviría lo que Dios quisiera, pero los médicos me dijeron que debía abortar.
A pesar de mi idea inicial, acepté someterme a un aborto que fue practicado sólo dos días después de conocer el diagnóstico de mi bebé. Sentí pánico ante la enfermedad de mi hijo, y el aborto era la solución.
Ahora sé que el aborto nunca es una solución, es sólo el inicio de un problema mucho mayor, aprender a vivir sin tu hijo y sabiendo que no está a tu lado porque tú has decidido matarlo.
Todo lo que ocurrió, desde el momento en que salí de casa hasta que salí del hospital tras la interrupción, está grabado en mi mente de una manera que jamás se podrá borrar. Estuve muy sedada, pero a pesar de eso lo recuerdo todo.
En el último momento, me anestesiaron totalmente, así que ni siquiera llegué a ver a mi bebé. Desde el mismo instante en que me desperté de la anestesia, fui consciente de la barbaridad de lo que acababa de hacer y me arrepentí profundamente de lo que había hecho. No podía entender cómo pude hacerle esto a mi propio hijo, debía haber dejado que viviera el tiempo que Dios tuviera dispuesto.
Al principio me sentía tan mal que creía que me iba a volver loca. Es lo más horrible que alguien pueda experimentar, es un dolor con mayúsculas.
Sé que me pase lo que me pase en esta vida, no habrá nada que me pueda doler tanto. Sin duda alguna el aborto es algo muy traumático para el cuerpo, pero sobre todo para la mente. Mi cuerpo se recuperó, pero en mi mente mi hijo siempre está y estará presente y una pena muy profunda me acompaña siempre.
Qué mejor que cuidar a mi hijo enfermo podría haber hecho yo en esta vida, el tiempo que hubiera sido, unas horas, unos días, unos meses. Acompañarle y mimarle hasta el último momento. Hacerle sentir que era querido. Pero en vez de eso lo eché de mi vida. Me siento una mala madre y una mala persona.
Ahora intento ser de nuevo madre a través de la adopción, hace más de dos años que empecé los trámites y aún estoy en el punto de partida con muchos años por delante para alcanzar el objetivo.
Mientras, escucho las estadísticas sobre el aborto en España. Si estos niños no fueran abortados no existirían estas tremendas listas de espera para adoptar. No tiene ningún sentido que mueran unos niños que serían muy, muy deseados en muchos hogares.
En alguna ocasión alguien me ha dicho que es muy traumático para una madre dar a su hijo en adopción y que por ello es preferible que aborte cuando se encuentra en una situación en que no puede criar a su hijo.
Sé por experiencia lo terrible que es pensar que tu hijo no vive porque tú lo has decidido y creo que para una madre siempre es mejor saber que tu hijo está vivo, aunque no esté contigo, que saber que nunca lo vas a ver, que nunca va a sentir lo que es ser querido, mimado, besado porque tú no le has dejado vivir.
Espero que mi experiencia

1 comentario:

  1. Yo quisiera compartir mi experienia en cuanto ami aborto espontaneo. No se donde pueda mandarte mi historia....

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